Normales sí, Gordillo no.

Luego que se llevó a cabo el examen nacional de oposición realizado por 80 mil profesores a mediados de agosto, salió a la luz que 56 mil docentes no cuentan con los conocimientos para impartir clases. Según la lideresa del SNTE, Gordillo Morales, esto se debe a que la carrera de pedagogía y las normales son generadoras de desempleados. Para poner remedio a esto, según ella, es necesario transformar las escuelas normales en escuelas técnicas.

Para esta cacique sindical, la pirámide poblacional ha bajado la tasa de natalidad, lo que provoca también que disminuya el número de alumnos en educación básica. Esto es, en el futuro ya no habrá niños que educar, y por lo tanto, ya no es necesario formar maestros para educación básica. En sus dichos destaca: “No hay mercado de trabajo […] hemos pedido a la SEP busquemos vocaciones más cercanas al empleo en lugar de la licenciaturas de pedagogía, queremos que las instituciones que hasta hoy eran normales, sean instituciones para técnicos en turismo, actividades productivas”.



Esto ha detonado una de las revueltas y protestas magisteriales más importantes de los tiempos recientes, donde no sólo están participando los sectores tradicionalmente críticos al SNTE, como la CNTE, sino también sectores allegados al oficialismo sindical, a los cuales se agregan los estudiantes de las normales, los profesores de la Universidad Pedagógica Nacional, e investigadores muy reconocidos. Es importante señalar que en el país existen 622 normales, de las cuales 250 son públicas: y el total de la población en este sector es de poco más de 145 mil alumnos.


Los estudiantes de normales públicas se han movilizado para posicionarse en torno a dos exigencias: 1. Desconocer y exigir la destitución inmediata de Gordillo Morales como líder del sindicato, y 2. que ella presente una disculpa pública por atentar no sólo en contra de las escuelas normales sino de la educación pública. Además de que cuestionan que les quiera obligar a estudiar carreras que no son de su interés. En la Escuela Normal Superior un maestro opinó que en la educación básica no sobran maestros, lo que faltan son plazas: y en cuanto a la demanda de maestros, sólo basta con ir a observar a cualquier plantel en época de inscripciones y darse cuenta de la cantidad de niños que se quedan sin un lugar en la escuela.



En la Universidad Pedagógica Nacional, unidad Ajusco, una investigadora ha expresado que la intención de Gordillo y de la SEP es convertir a las normales en escuelas para hacer trabajadores para maquila, que aprendan hacer más con menos, trabajen más y ganen menos. Hugo Casanova, un reconocido investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad (IISUE) de la UNAM, nos dice que “la educación está siendo maltratada y llevada al terreno de los arreglos políticos, del pago de los favores políticos entre la cúpula sindical y la presidencia de la república”, además de que la SEP carece de un proyecto educativo consistente.



Las escuelas normales han sido uno de los espacios en donde se han defendido una serie de causas nobles para la sociedad mexicana, y se han distinguido por ser centros de crítica a los gobiernos y de resistencia ante las imposiciones. Quizá la intención de cerrarlas tiene que ver con el afán de controlarlas políticamente desde varios frentes: ante el empeño de fortalecer y mantener el caciquismo sindical de Gordillo Morales; y por la falta de un proyecto educativo por parte de una secretaria de Educación como Vázquez Mota, quien carece de trayectoria y méritos académicos para dirigir un ramo tan fundamental para el país, como es el de la educación. Seguiremos.